Tiene un aroma dulce, parecido a la vainilla.
Es sedante
y tónico del sistema nervioso.
Se lo utiliza mucho en
meditaciones por su gran poder
de relajación y porque ayuda a liberar
la mente de preocupaciones, dando una sensación de confianza
y alivio (por eso también se lo utiliza para cansancios o
agotamientos emocionales, de
estrés).
Interpone una zona acolchonada
entre nosotros y los acontecimientos.
Alivia tensiones y ansiedades.
Da consuelo para casos
de personas solas, tristes o deprimidas, ya que refuerza la autoconfianza
y la fuerza interior: el resurgir desde uno mismo.
También es un poderoso antiséptico,
expectorante: útil para afonías
o dolores de garganta, gripes, resfríos, etc.
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