Tiene la particularidad
trabajar sobre la aceptación del
ciclo de la vida y de la muerte.
Nos ayuda a elaborar
situaciones de duelo, rupturas o despidos laborales que nos afectan
mucho.
Nos
ayuda a cortar con el pasado, reconfortando y serenando.
Estabiliza el cuerpo
astral (emocional) y fortalece el mental.
También es utilizado
en personas con pensamientos complicados o que tienen dificultad
de concretar sus sueños, por lo que recurren a métodos para evadirse
de su realidad.
Moviliza situaciones
de indecisiones.
Conecta con los ciclos
de la vida, disolviendo pautas que ya no tienen vigencia. Si querés
poner tu vida en movimiento otra vez: pensá en el ciprés.
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