Rasgos
generales (algunos coincidirán con usted, o lo harán en
su mayoría, trate de hacer una mirada genuina, sincera, hacia su
interior, repensando estos conceptos)
Desconexión,
letargo, soñador: son las palabras que primero se nos
vienen a la mente cuando hablamos de esta flor.
Estamos
ante un ser que sueña o que está desconectado del plano
físico. Un ser con una vida interior muy rica, y el problema es
que a veces se pierde en sí mismo, se dispersa.... A veces vive
soñando con el futuro sin prestar atención al presente.
Necesita arraigar, pisar más tierra.
Puede caer en el riesgo de vivir en su propio mundo interior, ya que es
muy rico. En tiempos de adolescencia es fácil que caiga en fantasías,
siendo indiferentes a la realidad en la cual viven.
Algunos son distraídos, no observan los detalles, olvidadizos.
Tienen dificultades a la hora de
concretar proyectos. A veces duermen en exceso.
Dirigen su energía hacia planos interiores, enriqueciéndose
aún más, y alejándose aún más de este
plano, por eso terminan siendo distraídos o los vemos cansados:
porque están destinando mucho energía hacia otro lado. Por
eso, también no se los ve enojados, ni son agresivos y parecen
no tener miedos. Puede ocurrir que no participen de la vida cotidiana,
y por ende no aprender muchas lecciones, es que su mente está en
otra parte.
Es idealista y creativo y olvida el lado material.
Viene a tratamiento y no sabe bien para qué. Es complicado hablar
con ellos por su falta de conexión con el presente.
También da buen resultado acompañando el tratamiento de
esquizofrenia, psicosis. Lipotimias, aturdimientos, algunos tipos de coma.
Trastornos auditivos y visuales. Esterilidad: conecta con el cuerpo.
La flor no corta la conexión con ese limbo, facilita traer información
al plano terrestre para plasmarla en proyectos idealistas realizables.
La flor ayuda a encontrar ese camino para lograr concretar ideas.
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