Expectorante,
antiséptico y antifebril.
Bactericida:
elimina los virus que ocasionan las enfermedades respiratorias más
comunes (gripe, catarro, tos, sinusitis, bronquitis).
Trabaja sobre la inspiración
(y el pino en la expiración, por eso es bueno combinarlos en el
hornillo).
Ayuda a eliminar toxinas.
Relaja y dilata la musculatura de la tráquea, bronquios y pulmones.
Así trabaja el eucaliptus:
al aumentar la capacidad de inspiración, los alvéolos se dilatan,
entonces ingresa más oxígeno a la sangre y a todo el organismo,
da comienzo a un proceso de combustión interna (a nivel celular)
y el calor natural destruye gérmenes y toxinas, bajando la fiebre.
¿No es maravillosa la Madre Naturaleza?
Y les cuento otra del
eucaliptus: se lo planta en pantanos para secarlos, por lo tanto
imagínense lo que hace con nuestros resfríos, catarros y sinusitis,
es el mejor aliado!!
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