Color:
Un primer chakra activo luce con color rojo fuego.
Elemento correspondiente: Tierra.
Función sensorial: Olfato.
Símbolo: Loto de cuatro pétalos.
Principio
básico: Voluntad corporal para el ser (como polo opuesto a la voluntad
espiritual de ser en el séptimo chakra ).
Correspondencias
corporales: Todo lo sólido, como columna vertebral, huesos, dientes
y uñas; ano, recto, intestino grueso, próstata, sangre y
estructura celular.
Glándulas
correspondientes: Glándulas suprarrenales.
Las glándulas suprarrenales producen adrenalina y noradrenalina,
que tienen la misión de adaptar la circulación sanguínea
a las necesidades concretas regulando la distribución sanguínea.
De esta forma el cuerpo está preparado para la acción y
puede reaccionar de inmediato a las exigencias planteadas. Además,
las glándulas suprarrenales tienen una influencia predominante
sobre el equilibrio térmico del cuerpo.
Terapia
por el sonido: Para armonizar el chakra radical, puedes utilizar los sonidos
de la naturaleza. Vocal: El chakra radical tiene asignada la vocal “u”.
Mantra: LAM
Cromoterapia:
El primer chakra es activado por un rojo transparente y brillante. El
color rojo calienta y vivifica, proporciona vitalidad, dinamismo y valor.
Cuando el rojo está mezclado con un poco de azul, te ayuda a penetrar
los instintos vitales con fuerza intelectual.
Gemoterapia:
Agata, hematites, jaspe sanguíneo, granate, coral rojo, rubí.
Aromaterapia:
Cedro y clavo de especia.
Formas
de yoga que actúan primariamente sobre el primer chakra: Hatha
Yoga y Kundalini Yoga
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MISIÓN
Y FUNCIONAMIENTO DEL PRIMER CHAKRA
El chakra radical nos une con el mundo físico.
Aquí tomamos contacto con el “espíritu de la madre
Tierra”, experimentamos su fuerza elemental, su amor y su paciencia.
Las necesidades fundamentales de la vida y la supervivencia, tanto individuales
como globales, en este planeta caen dentro del ámbito de acción
del primer chakra.
El “si” a la vida en la Tierra, a la existencia física,
y la disposición de actuar en armonía con la energía
de la Tierra y aprender de ella son dones de un primer chakra abierto.
Nos da la seguridad terráquea y el “suelo seguro” bajo
los pies, sobre el que podemos construir nuestra vida, y simultáneamente
nos provee de la energía necesaria para la actividad creadora en
el mundo. Además, nos proporciona la fuerza para imponernos y la
constancia o perseverancia.
La construcción de una existencia, el aseguramiento material y
la “conservación de la propia especie” mediante la
fundación de una familia también entran dentro del ámbito
de acción del primer chakra, al igual que la sexualidad como función
corporal y como medio para la procreación.
A semejanza de nuestro corazón en el cuerpo físico, el chakra
basal es el punto central de nuestro sistema de circulación de
la energía no material.
Debería estar compensado con el séptimo chakra, para mantener
el equilibrio interior del hombre.
FUNCIONAMIENTO ARMÓNICO
Cuando tu chakra radical está abierto y funciona armónicamente,
experimentas una profunda y personal unión con la Tierra y sus
criaturas, una fuerza vital no enturbiada, un estar basado en ti mismo
y en la vida, la satisfacción, la estabilidad y la fortaleza interior.
Te sientes inmerso en el ciclo natural de la vida, en la alternancia del
reposo y la actividad, de la muerte y el nuevo nacimiento. Tus acciones
son llevadas por el deseo de participar creativamente en la configuración
de la vida en tu planeta madre, en consonancia con la fuerza generadora
de la tierra, con la vida en la naturaleza. Te resulta fácil realizar
tus objetivos en el mundo. Tu vida es llevada por una imperturbable confianza
original. Vives la tierra como un lugar seguro en el que recibes todo
cuanto necesita: dedicación, alimento, seguridad y protección.
Así te abres pleno de confianza a la vida en esta tierra y aceptas
agradecido todo cuanto ella tiene dispuesto para ti.
FUNCIONAMIENTO INARMÓNICO
Cuando existe una acentuación unilateral o disfunción del
chakra radical, tu pensamiento y tu acción da vueltas predominantemente
en torno a la posesión y la seguridad materiales, así como
en torno a los estímulos y placeres sensoriales, como, por ejemplo:
la buena comida, las bebidas alcohólicas, el sexo, etcétera.
Todo cuanto ansías querrías asimilarlo sin pensar en las
consecuencias. Al mismo tiempo puede resultarte difícil dar y recibir
con franqueza. Tienes la tendencia a protegerte y delimitarte. Con no
poca frecuencia el no poder desprenderse y el querer retener se manifiesta
en el plano corporal en forma de estreñimiento y sobrepeso.
Tu actuar está predominantemente dirigido a la satisfacción
sólo de tus propias necesidades. Y soslayas, o pasa por alto inconscientemente,
las necesidades que tienen los demás y tu propio cuerpo de una
alimentación más sana y moderada, reposo suficiente y una
forma de vida equilibrada y armónica.
En el caso extremo, te aferras a determinadas ideas y ambiciones de las
que no puedes desprenderte. Cuando tus fijaciones son desafiadas por las
circunstancias o por otras personas, reaccionas excitándote y enojándote
con facilidad. Y en situaciones extremas, también de forma iracunda
y agresiva. La imposición violenta de los propios deseos e ideas
cae asimismo dentro del ámbito de un chakra radical trastornado.
La ira, el enojo y la violencia son en último término mecanismos
de defensa que apuntan a una carencia de confianza original. Detrás
está siempre la angustia de perder algo o incluso de no recibir
algo, que te transmite seguridad y bienestar.
La Tierra es para ti un lugar que debe ser dominado y explotado, para
garantizar la supervivencia del hombre. Así, la rapiña que
hoy día se ejerce con las fuerzas de la Tierra, y la destrucción
de su equilibrio natural, son síntomas de una alteración
del chakra radical en la mayoría de los hombres actuales.
POSIBILIDADES
DE PURIFICACIÓN Y ACTIVACIÓN DEL PRIMER CHAKRA
EXPERIENCIA NATURAL
La contemplación de un sol naciente o poniente de color rojo sangre
y de una aurora o un crepúsculo resplandecientes vivifica y armoniza
el chakra radical y desata las estructuras constreñidas que entran
dentro de su campo de acción.
Para comunicarnos con la energía tranquilizadora, estabilizadora
y edificante de nuestro planeta a través del primer chakra, siéntate
en la posición del loto, o del sastre, sobre la tierra desnuda
y respira conscientemente su olor.
Si puedes combinar entre sí ambas experiencias de la naturaleza,
se producirá un efecto integral óptimo sobre el chakra radical.
PRIMER CHAKRA: DERECHO A TENER
El derecho que subyace al chakra primero es el de “estar aquí”
o Dasein, como se diría en términos filosóficos,
lo cual se manifiesta en el derecho a recibir lo necesario para la supervivencia.
Cuando se nos niegan las necesidades básicas de la supervivencia
(alimento, vestido, vivienda, calor humano, sanidad, un medio tolerable,
un contacto físico) está amenazado nuestro derecho a tener.
Como consecuencia tenderemos a poner en tela de juicio tal derecho en
el decurso de nuestra vida y ello en relación con muchas cuestiones,
desde el dinero y las propiedades hasta el amor o el tiempo que necesitamos
para nosotros mismos.
CHAKRA PRIMERO: DESDE EL PRIMER SEMESTRE DE VIDA HASTA LOS NUEVE MESES
El primer chakra se vincula con el desarrollo prenatal y la primera infancia,
durante cuyo período la conciencia del niño se centra casi
por entero en la supervivencia y el bienestar físico. Es también
la fase de más rápido crecimiento corporal. El aspecto más
importante de este desarrollo es que el niño aprende a sentirse
en seguridad, a confiar en el mundo, a recibir la provisión adecuada
de sus necesidades.
Cada
chakra cuenta con una mágica historia cargada de enseñanzas,
protagonizada por deidades hindúes y animales reales o míticos.
Es frecuente encontrar al elefante como representación de Muladhara.
Se trata de un animal reverenciado en India, símbolo de abundancia
terrenal y buena fortuna; es sagrado para Indra, ese aspecto de la naturaleza
que rige las leyes naturales de la madre Tierra. Sus siete trompas indican
que la fuerza del elefante sustenta a los siete chakras; también
representan los siete elementos del cuerpo humano: tierra (Raja), fluidos
(Rasa), sangre (Rakta), carne nervios y tejido (Mansa), grasa (Medba),
huesos (Asthi) y médula ósea (Majjan).
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