Trabajando con las flores ... SCLERANTHUS

En SCLERANTHUS el estado de incertidumbre mental se manifiesta a través de la indecisión e inestabilidad, lo que lleya al individuo a debatirse entre dos posibilidades opuestas, oscilando entre dos extremos. Esto puede ocurrir tanto en el plano emocional: llanto/risa~ energía/apatía, alegría/tristeza, como en el plano fisico: vértigos, mareos, fiebres recurrentes, dolores rnigratorios, cefaleas periódicas, alergias estacionales, trastornos menstruales etc. etc.

La clave de este tipo de personalidad es la falta de estabilidad y la ausencia de confianza.

Decidirse significa conformarse. Sólo cuando se puede desarrollar la suficiente discreción para elegir únicamente una de las muchas posibilidades que siempre hay para elegir, se puede tomar una decisión. Quien padece la típica indecisión del «escleranto» debe aprender, pues, a tener una discreción consciente.

De todas las maneras, esta discreción natural no consiste como la de tipo moral en estar dispuesto a renunciar y a pedir sin motivo verdadero menos de lo que realmente se podría, sino, todo lo contrario, en escoger, con una exigencia consciente, del pastel de las muchas posibilidades que se ofrecen la mejor porción y dejar el resto. (Esta «mejor porción» no es tanto una ventaja material como un factor que posee ventajas para nuestra alma.)

La discreción natural es un elemento de gestión consciente y sana de nuestra vida, mientras que la discreción «moral» es una falta de verdad contraria a la vida, pues ésta no renuncia voluntariamente nunca a lo que necesita; lo máximo que puede hacer es sobreponerse para sobrevivir en una sociedad que busca el poder y las posesiones.

La persona de tipo «Escleranto» puede superar su indecisión si aprende a establecer conscientemente las prioridades, es decir, de la multitud de posibilidades que se le ofrecen o de las necesidades que apremian, elegir aquellas que para la situación momentánea de su vida sea la más lógica, eficaz y satisfactoria, y dejar de momento a un lado todo lo demás.

Deberá tener en cuenta entonces dónde quiere llevarle su psique con ayuda de los sentimientos e inspiraciones. El instinto, preparado para lograr la mejor supervivencia posible, suele tener una visión más clara que la razón, condicionada por todo tipo de influencias ajenas.

Muchas personas de tipo «Escleranto» intentan superar su irresolución tomando de modo aleatorio decisiones que realmente no podrán satisfacer. Aunque con ello resuelven el problema de cara al exterior, lo agudizan en su interior porque les falta la motivación para aprender la disciplina en la conformación de la vida.

Para la persona de tipo «Escleranto» hay siempre soluciones sólo momentáneas, pero no definitivas. Al discurrir su camino por un curso zigzagueante deberá intentar limitar esas oscilaciones a un grado soportable mediante una visión global consciente del conjunto, vivir constantemente el momento y adaptar su concepto de la acción de manera permanente a las condiciones variables de la vida.

Un scleranthus positivo: Equilibrio interior, poder de decisión, firmeza, estabilidad, agilidad, fuerza y posibilidad de tomar decisiones exactamente en el momento adecuado con confianza en su intuición.

La persona que corresponde a esta flor es versátil y flexible, aun en circunstancias difíciles. Tiene capacidad mental para incorporar más y mejores potenciales a su vida sin perder su estabilidad interior. Su calma, decisión y falta de ambigüedad tienen un efecto positivo y tranquilizador hacia las personas de su entorno.

El alma de Scleranthus (de Dr. Edward Bach – Historia de caminantes)

“El scleranthus poseía todavía una ligera esperanza pero, a veces, era presa de una inseguridad e indecisión tan grande que en un momento quería tomar un camino, y al mismo tiempo también deseaba tomar uno diferente…
[…] Finalmente todos lograron salir del bosque. Ahora viven como guías para todos aquellos caminantes que nunca han hecho ese viaje… en calidad de “valientes caballeros”. […]

 


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Que cada uno recuerde que su alma ha dispuesto para él un trabajo particular, y que a menos que realice ese trabajo, aunque no sea conscientemente, dará lugar inevitablemente a un conflicto entre su alma y su personalidad, conflicto que necesariamente provocará desórdenes físicos.

Dr. Edward Bach

Cuando un guerrero aprende a parar su diálogo interno, todo es posible, hasta los proyectos más descabellados se vuelven factibles.

Carlos Castaneda