
El
azul es el color del cielo y del mar, por lo que se suele asociar con
la estabilidad y la profundidad.
Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia,
la fe, la verdad y el cielo eterno.
Se le considera un color beneficioso tanto para el cuerpo como para la
mente. Retarda el metabolismo y produce un efecto relajante. Es un color
fuertemente ligado a la tranquilidad y la calma.
En heráldica el azul simboliza la sinceridad y la piedad.
El azul simboliza el cielo y la espiritualidad, lo inmaterial, la grandeza.
Era el color preferido de las divinidades de distintas civilizaciones
y la realeza.
El
chacra de la coronilla que habría que trabajar para cerato se lo
asocia al color violeta.
El violeta y el morado son colores de transformación al más
alto nivel espiritual y mental, capaces de combatir los miedos y aportar
paz. Ellos tienen un efecto de limpieza en los trastornos emocionales.
Ellos nos conectan también con los impulsos musicales y artísticos,
el misterio y la sensibilidad a la belleza y los grandes ideales, inspirándonos
sensibilidad, espiritualidad y compasión.
Estos colores tienen un profundo efecto sobre la mente y son utilizados
por los psiquiatras como ayuda, para calmar y tranquilizar a los pacientes,
que sufren problemas mentales y nerviosos.
Dichos colores equilibran la mente y ayudan a transformar las obsesiones
y los miedos.
El violeta puede ejercer fuertes influencias, sin embargo, las persona
que se sienten atraídas por él, deben tener cuidado por
no dejarse llevar y vivir en un mundo de fantasía.
|