Trabajando con las flores ... VERVAIN

(VERBENA OFFICINALIS)

Esta es una pequeña planta nativa del Mediterráneo y aclimatada al sur de Inglaterra. Se la conoce con el nombre de “hierba de todos los males” y se atribuye su carácter curativo al hecho de haber curado las llagas de Jesucristo. Pertenece a la familia de las Verbenáceas.

El Vervain puede crecer en terrenos abiertos, secos y rigurosos y existe una desproporción entre la base de la planta y el tallo delgado que sostiene un pesado ramillete de flores.
El Vervain está representado por el arquetipo “del Guerrero”. El propósito de este complejo psíquico es la afirmación del poder, el establecer un lugar propio y la transformación de nuestro mundo en un lugar mejor.

El problema de las personas de tipo «verbena» radica en que precisamente su mayor virtud, la disposición idealista para ayudar, se ha vuelto superficial y desmedida. Parte responsable de todo ello es nuestra cultura, carente en alto grado de sentido, que no educa a las personas a encontrarse a sí mismas y a desarrollar su sentido de la verdad (verdad no en el sentido moral sino como lo que realmente es) y, por otra parte, esas mismas personas que no consiguen aplicar de manera racional y eficaz su gran energía y actividad. En cualquier caso tienen que tener bien claro cuál es el significado de ideal y ayuda.

Es una planta perenne, con grupos basales de hojas verde oscuras y flores en ramilletes diminutas y de color malva y violeta. Esta planta muy prolifera, tiene unas raíces muy fuertes y tiene preferencia por los terrenos áridos, Las flores son tan pequeñas que a veces, por la forma en punta de la planta, son casi invisibles.

En el campo, por ejemplo, se la plantaba como protección de las cosechas contra las tormentas. Se dice que era uno de los componentes de las pócimas que preparaban las brujas en otros tiempos, por eso entre los galeses, la planta era llamada "devil´s bane" (exorcismo contra el diablo).

Otra creencia popular decía que los niños debían comerla para desarrollar su inteligencia, y colocarla en el agua de sus baños para aumentar su salud. En un tiempo también se utilizaban sus raíces con los mismos fines que en la actualidad se usa el ajo: se las colgaba en las casas para ahuyentar malos espíritus. También se decía que si alguien llevaba una raíz colgada de su cuello, podía vivir sin preocupaciones y alcanzar la paz.

Y siguiendo lo que su nombre de origen celta significa «barredora de la piedra» ("fer" = limpiar y "faen"= piedra), los romanos rociaban con agua los altares de Júpiter, padre de los dioses, antes de iniciar las ceremonias. Y así podríamos seguir con innumerables ejemplos que darían la pauta de lo ilimitado del alcance de esta planta a lo largo de los tiempos.

Probablemente el nombre verbena se deba al empleo de esta planta para endurecer el hierro.