Trabajando con las flores ... CERATO

(Ceratostigma Willmottiana)

Éste arbusto que puede llegar hasta 1m. de altura es originario del Tibet. Por eso se dice que es la única de las flores del sistema que no es Europea, donde los monjes se recluyen para meditar y escuchar las voces de su Ser Superior.

De flores delicadas de color azul-violeta organizadas en ramilletes que no florecen todas a la vez y que solamente viven un día, entre Agosto y Octubre, con cinco pétalos, de las cuales asomaban pequeños filamentos blancos.

En su lugar de origen es apreciado por su belleza y su color y en la tradición popular se vincula esta flor con la sabiduría.

Bach la descubrió en un jardín, caminando por un pueblo vecino de la costa. Se sintió muy atraí-do por la belleza de está singular flor azul que parecía reflejar el cielo de su lugar de origen, al punto de pedir a los dueños de casa que le proporcionaran algunas flores. En un principio pensó que luego la reemplazaría por una flor del lugar, pero no le fue posible encontrar alguna con las mismas caracterís-ticas, por lo cual la adoptó en forma permanente. Su intenso color azul incita a la calma, a la reflexión, a la conexión con las profundidades del ser, con el alma, de donde obtenemos la verdad.

Las hojas del cerato carecen de tallo y presentan espinas por ambos lados.
Se empleaba su raíz amarga para tratar el dolor de muelas: los dientes, así como los huesos y las durezas, están regidos por Saturno. El nombre francés de la planta, dentalaire, viene dado por esta utilización. Se ha demostrado además que la ceratostigma posee propiedades inhibidoras del desarro-llo microbiano.

La medicina ayurvédica de India prepara toda una serie de remedios a partir de distintas espe-cies de ceratostigma emparentadas (Plumbago indica y Plumbago zeylanica; en sánscrito, chitrakam). Las propiedades desecantes, caloríficas y astringentes de la planta se emplean, entre otras cosas, para los trastornos digestivos, los gusanos y tumores, la obesidad, los edemas y como vesicantes.

Se sabe poco acerca del papel que desempeña esta plumbaginácea en la medicina y el folklore tibetanos. No obstante, sin tener que recurrir a la ayuda de un etnobotánico, los herbolarios podrán saber numerosas cosas en base a la fisiognomía y aspecto de esta planta. El color azul celeste de la flor, con sus brácteas espinosas de color pardo, el sabor agrio de la raíz y los lugares rocosos y secos donde crece la planta, revelan claramente la influencia de Saturno.

La flor se llama en inglés leadwort (hierba del plomo) o cerato (Ceratostigma willmottiana).