Rasgos
generales (algunos coincidirán con usted, o lo harán en
su mayoría, trate de hacer una mirada genuina, sincera, hacia su
interior, repensando estos conceptos)
Impaciencia.
Irritabilidad. Aceleración : son las palabras que primero
se nos vienen a la mente cuando hablamos de esta flor.
Son
personas de pensamiento rápido y veloces en la acción. Quieren
todo ya.
Se esforzarán para que el otro se mueva más rápido,
porque le parece que son lerdos, que tardan mucho...
La mente avanza vertiginosamente, y el entorno le parece demasiado lento.
Hacen muchas cosas al mismo tiempo. Tienen gestos nerviosos, mueve las
piernas, los dedos.
Trabajan solos, para poder hacer sus cosas a su ritmo. Son el típico
caso: “Vino corriendo y se fue volando”.
Para poder convivir se tiene que adaptar a niveles más bajos de
energía, lo que contribuye a aumentar su tensión mental.
No tolera críticas, es complicado hacerle una crítica a
un impatiens porque se altera y reacciona con velocidad.
Se altera y se calma rápido. Cuando se altera lo hace en forma
brusca.
Tiende a culpar a los demás cuando algo no sale como quiere.
Carece de ambiciones de mando. Solo quiere que los demás se apuren.
Su velocidad le resta profundidad, provocando equivocaciones, accidentes
(lo salvan los reflejos)
La lección: no apurar etapas.
Es el remedio para la tensión, la inquietud y la ansiedad.
Esta flor sirve para este tipo de personas y para casos eventuales donde
sentimos aceleración, tensión muscular. Taquicardia. Se
usa en casos de Parkinson.
Es un Analgésico, antiinflamatorio, ansiolítico. Relajante
muscular. Util para quemaduras, cuando hay dolor.
La consecuencia física que trae esta aceleración son: acidez,
gastritis, taquicardia, calambres, contracturas, dolores espasmódicos
repentinos en diferentes partes del cuerpo. Temblores, tics. Eczemas,
irritaciones de la piel. |