Trabajando con las flores ... IMPATIENS

IMPATIENS GLANDULIFERA
(impatiens glandulifera / royalei)

Nativa de Cachemira y del Himalaya. Impatiens elige bordes de agua para crecer y sus semillas se trasladan con la corriente. Puede vivir con mucha o poca luz y le es indiferente el tipo desuelo en el que se desarrolla.
Fue el segundo remedio que Bach preparó. Es decrecimiento rápido, de ramas altas que llegan hasta dos metros de altura con gran cantidad de hojas. Cuando las vainas están listas estallan y se dispersan las semillas con mucha rapidez. Sus flores crecen todo el verano y se esparcen delicadas, colgantes como meciéndose tranquilamente.

Las raíces de Impatiens son profundas y de color rojizo, como sus tallos. Ambas características nos hablan de una buena conexión con la energía de la Tierra y de una alta vitalidad de la planta.
En los escasos 6 o 7 meses que vive la planta no cesa de crecer, pudiendo llegar a los 2 metros o más de altura, lo que indica que debe crecer un promedio de más de 1 cm por día, no está mal, ¿verdad?. Este dato nos habla de su velocidad de crecimiento y simboliza la velocidad a la que se mueven las personalidades Impatiens.
También cabe destacar que los tallos son rígidos (se pueden tronchar fácilmente) y vacíos por dentro y por lo tanto nos hablaran de una personalidad rígida y con un cierto vacío existencial, que bien pudiera ser el origen de tanta actividad.

Las hojas de Impatiens tienen un margen serrado con las puntas de los dientes rojas (de nuevo este color, que aparece por casi toda la planta) y que miran hacia delante, lo que denota una cierta mordacidad en la forma de relacionarse con los demás y con el mundo.

Sus flores de simetría bilateral y tienen la apertura hacia delante (ni hacia el cielo, ni hacia la tierra), esta horizontalidad tendría relación con el tiempo, por una parte el futuro, del que Impatiens se hace dueño al prever continuamente el siguiente trabajo por realizar y entrar en acción inmediatamente, y por otra parte el pasado, simbolizado por la parte posterior de la flor que se extiende y termina en un pequeño espolón en el sépalo inferior del cáliz. El pasado que manifiesta la flor, compensa el futuro que señala el rápido crecimiento del resto de la planta. Pasado - futuro = presente. El color rosa pálido de la flor calmaría esta tendencia del vegetal (para preparar la esencia solo se escogen las flores más claras descartando las de tonos más rojizos).

Pero la parte más relevante y conocida de su signatura radica en el fruto. En la cápsula se crea una fuerte tensión entre las células parenquimáticas del exterior que se hinchan debido al fuerte potencial osmótico y las células fibrosas del interior que oponen resistencia a esta presión. Esta ten-sión se mantiene hasta que al madurar lo que separaba los dos tipos de células se destruye, se igualan las tensiones y se produce la "explosión" liberando a las 5 semillas que salen disparadas de sus cápsu-las a unos 6 metros de distancia. El más leve contacto (o aún la ausencia de el) puede producir dicha explosión. Esta facilidad de disparo al más leve de los contactos simbolizaría la irritabilidad de las personas Impatiens negativo. También simbolizaría su proyección hacia el futuro (semillas = acción; semillas propulsadas hacia delante; continuos proyectos futuros para los que se trabaja). Impatiens no puede esperar, como sí hace la mayoría de especies vegetales, a que sus cápsulas se sequen y sus semillas caigan, es un gran símbolo de la impaciencia de esta planta.

Estas semillas para poder germinar necesitan ser "enfriadas" por las bajas temperaturas invernales. Necesidad de frío que bien pudiera verse como una compensación del calor interno que desprendería la aceleración de su metabolismo para crecer hasta los dos metros y fructificar en unos 6 o 7 meses. Dentro de la polaridad de todo ser vivo, el frío que soportará la semilla la prepara para el calor interno que tendrá que desarrollar.

Toda la vida de la flor desde que germina hasta que muere la planta con las heladas está guiada por la velocidad, no existe ninguna etapa de su vida diferencial en este aspecto, aunque quizás en pro-porción las flores permanezcan más tiempo. Por otra parte, durante el largo invierno en los Himalayas las semillas reposan a la espera, recibiendo el intenso frío. Casi tantos meses viviendo la planta con intensidad como meses sus semillas descansan, a menudo bajo la nieve, preparándose para una nueva primavera.

Se podría extrapolar la vida de una personalidad Impatiens. Su mente siempre tenderá a ir por delante, lanzando sus frutos (creaciones) casi antes de estar maduras. Pero cuanto mayor sea el desgaste que provoque en su vida activa, mayores tendrán que ser las fases de reposo (enfriar sus semillas) y más corta podrá ser su vida. La madurez (las flores) les dará un descanso a la mente y a la actividad y les permitirá apreciar los contactos sutiles del "tiempo perdido" conversando con los demás de futilidades.